¡Vaya que si esto es raro! Hoy vino un tipo buscarme para ofrecerme una lana por hacer un trabajito, quesque matar un pollo muy gordo, pero no me dijo que tanto ¡en fin! La lana es muy grande aunque el riesgo es muy alto pero la verdad necesita mi familia mucho ese dinero y pues a ese cuate y a su parentela le sobra, sería aquí mismo en mi ciudad pero no hay cuete dicen que todo está planeado y que cuento con protección de muy arriba ¡total! Dos o tres plomos y se acabó este asunto, la bronca va a ser si la raza me quiere reventar la jefa, todo por destruir sus sueños, pero ¡si todo es mentira! Quizás esto levanté conciencia y les abra los ojos a los imbéciles, aunque eso a mí me vale madre, la de la lana va a ser mi jefecita y mis carnales en el otro lado, mañana voy a ver al tipo ese para ultimar detalles.
Ya me dijo quién va a ser la víctima ¡chale! Es un gordísimo pollo de granja ¡uf! Pero la lana y las garantías están de pelos aparte como yo fui de las fuerzas especiales tengo la sangre más fría que un témpano de hielo ¡esto va a estar gruexo! Tengo que admitir que estoy un poco nervioso, corro hacia el cajón donde está la matona que se me quedó de herencia de mis tiempos dentro de la ley, la veo como si fuera un arma que va cambiar todo, este pedazo de metal justiciero o asesino como se le vaya calificar va a ser manejado por mi, me siento como una especie de verdugo, claro que a los verdugos actuamos de diferente manera, no como antes, hago algunas piruetas frente al espejo y me imagino cómo se verá la sangre de mi... bueno, llamémosle amigo, porque es curioso ¿sabes? Nuestras vidas y nuestros nombres quedarán unidos para siempre la historia, porque yo voy a ser quien va a escribirle su capítulo final ¡ja ja ja! ¡Esto va a ser un pandemónium!
Hoy acudi al lugar donde se va celebrar el mitin, es un lugar muy humilde, como yo, como mi vida, ya casi está obscureciendo, mañana esto va a estar a reventar, casi puede escuchar la música, ver la algarabía,, las pancartas, los altavoces inundando el espacio con promesas,, muchas de las cuales nunca se cumplen, la gente pidiendo por tachar una cruz sobre un papel con muchos nombres de partidos, algo que no tiene sentido y aquellos no saben lo que es estar aquí abajo, no tener qué comer, se sobajados por gente uniformada, por trabajar por un salario que no da de comer ni a un perro, es por eso que a veces uno se ve obligado a hacer cosas como lo que voy a hacer, porque uno tiene que ver por los suyos, porque la sangre que pide comida y a veces esta se consigue con sangre, la neta me siento como la pluma de la historia de este país, ni víctimas era el papel sobre el que habrá de escribirse, se empieza a sentir un poco de frío pero así son las noches aquí.
Estuve practicando en los últimos días un poco de tiro, aunque la verdad eso no me preocupa ya que siempre he sido un buen tirador amén de que se me va a dar chanzon de estar lo más cerca posible de mi "cliente" ¡pobre cuatito no sabe la que le espera!
¡Lo dicho! Toda la escena que me imaginé el día anterior está aquí, ritmos tropicales, cabezas con consignas partidistas, mantas y... por supuesto el; llegó muy glamoroso en un vehículo que ya quisiera yo nomás para un día ¡hijos, mano! Éstos tienen rete harta lana y uno de jodidon a veces pienso que si ellos acabaran con la pobreza acabarían con sus propios ejecutores ya que la necesidad es la que lo obliga a uno a hacer estas chingaderas.
Pero claro, si no hay pobres, no hay ricos, esa es la ley de las sociedades a nivel mundial ¡me lleva! Me estoy volviendo loco, me muevo entre la gente de un lado para otro y parece que ya sé por dónde va a salir, llegó tarde y con un pequeño discursito cree que va a engañar a los de abajo ¡qué poca! ¡Lástima que esté aquí le llegó el teatrito! ¿Que quién o quiénes se lo quieren cargar? ¡A mí me vale gorro! Yo ya cobre y mi familia está avisada por si estos me traicionan y no respetan mi vida.
Se acabó el show, empieza de la música de onda tropical; es de la que me gusta, así hare el trabajito con más gusto, ya bajo empiezo a acercarme, ¡carajo! Hay mucha gente, ya estoy como metro, un mono de gorra me abre el paso ¡ahora! -Pienso-
Le acerco el arma, la gente me mueve un poco, pero yo jalo el gatillo, el ni cuenta se da, se escucha el fogonazo, ¡ujule! Me pareció un melón de los que solía usar como tiro al blanco.
lunes, 7 de marzo de 2011
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