jueves, 17 de mayo de 2012
La filosofía política
I. Introducción.
II. La política según Aristóteles.
III. "El príncipe" de Maquiavelo.
IV. Las nuevas filosofías políticas.
V. El político.
VI. El pensamiento de la democracia.
VII. La modernización del estado latinoamericano.
VIII. ¿Hacia dónde va la política?
IX. Conclusión.
I. Introducción.
Cuando hablamos de política, inevitablemente pensamos en diputados, senadores, presidentes, en general todos aquellos individuos que tienen que ver con el gobierno, sin embargo un análisis más profundo nos deja ver que la política va más allá de un simple puesto y la palabra misma implica un compromiso de y para los ciudadanos.
El presente ensayo nos mostrará diversos puntos de vista sobre el particular de los cuales obtendremos una conclusión que para muchos podrá no ser definitiva pero definirá de la manera más cercana posible el concepto de política.
En el capítulo uno, nos remontaremos al primer pensador político, el filósofo griego Aristóteles, y la visión de lo que era y debe ser la política en base de los diversos pensamientos que sobre la misma a través de sus transcripciones han llegado hasta nuestros días.
El capítulo dos, está enfocado libro de Nicolás Maquiavelo el cual con el paso del tiempo sigue siendo un recurso obligatorio para todos aquellos que están involucrados dentro de la política, pero sobre todo para aquellos que están en situación de superioridad dentro de la misma.
El tercer capítulo, nos muestra los conceptos más actuales que se tienen sobre la política a través de diversos autores sobresalientes en la materia.
El quinto capítulo, veremos las características más sobresalientes que debe tener toda aquella persona que se dedique a los quehaceres políticos.
El sexto capítulo, veremos la filosofía detrás de democracia, como modelo de gobierno de las naciones con más poder económico nivel mundial.
En el séptimo capítulo, veremos la propuesta de desarrollo político modernista gestada en Latinoamérica, específicamente en la República de Argentina.
Para el octavo capítulo, haremos un análisis hacia dónde va la política, basándonos en los nuevos modelos que se están dando en el contexto social de la actualidad.
El noveno capítulo, llega a una conclusión una vez de haber revisado todos los autores y conceptos que hasta la fecha se tienen sobre la filosofía política.
II. La política según Aristóteles.
Para Aristóteles, un filósofo lógico y científico de la antigua Grecia, las ciudades eran entes compuestos de muchas partes, por lo que para él primero se debería indagar lo que es el ciudadano, sin embargo para recibir una investigación adecuada se debe aprender una noción general de su virtud.
A pesar de la desigualdad entre ciudadanos la obra máxima de los mismos es salvaguardar la comunidad a través de una comunión por medio de una constitución, ese entonces que entendemos que relativa a la misma está la virtud del ciudadano.
Por lo tanto la ciudad para que pueda ser llamada verdaderamente de este modo, al tomar la virtud de que sin ésta la comunidad se torna en una unión militar misma que apenas tendrá una diferencia por la ubicación de otras alianzas de aquellos miembros que vivan separados.
Como analogía, en el supuesto de vivir en sitios separados, mas no tan alejados que permitieran la comunicación, y que hubiese entre ellos legislaciones para prevenir la injusticia en cualquier tipo de transacción y que sobre todo su población constará de 10,000 habitantes, si no hubiera otra cosa en común más que las alianzas y los cambios, esto no generaría de ningún modo una ciudad.
Por ejemplo una alianza contra agresores a manera de defensa, no genera ahí una ciudad que pudiera tomar a consideración de manera atenta la situación, ya que el intercambio serie de la misma especie y hacer cada quien por su lado o manera de unión.
Pero ciertamente la virtud no destruye aquel que la posee, y la justicia destruye a la ciudad, claro que semejante orden de las cosas que tienen que ver con la ley no puede ser de ninguna manera justo, he ahí la dificultad sobre de qué manera se determinará quién debe ser el poder soberano en la ciudad, léase el pueblo, las clases adineradas, los hombres de bien, el tirano, o el mejor individuo de entre todos los demás ciudadanos.
De este modo aquel que gobierne deberá legislar y deberá haber leyes las cuales no tendrán autoridad en lo que podría ser una desviación legal aunque sí ejercerla en los demás casos.
De ese modo la aristocracia se entenderá como un gobierno constituido por una agrupación de hombres buenos en el entendido de que éstos no sean monarquía el de un solo individuo, la aristocracia se erige pues como la mejor opción para una ciudad que la monarquía, ya sé que el gobierno tenga la fuerza de su lado como si no la tuviera, esto con el fin último de encontrar el número suficiente de individuos con la misma calidad moral.(Aristóteles 2003)
III. "El príncipe" de Maquiavelo.
Para Maquiavelo, un diplomático, funcionario público y filósofo político italiano, los romanos aplicaron la sabiduría que todo príncipe debía tener al tomar nota no sólo de los problemas actuales sino de aquellos por venir, procurando que se evitarán por todos los medios ya que el remedio fácil puede ser encontrado cuando éstos son previstos con antelación, ya que una vez que se tienen encima, no habrá medicina alguna que pueda ser efectiva ya que la enfermedad se ha vuelto incurable.
Para él, los principados eran gobernados de dos maneras diferentes, ya sea por un príncipe, teniendo como ministros al resto de sus siervos los cuales por concesión y gracia suya le ayuden en el modo de gobernar su reino o por aquel príncipe juntó con sus barones poseedores de títulos nobiliarios que lo hacen no por la gracia del soberano sino porque provienen de sangre noble.
En su dicho, las repúblicas tienen a su interior más deseo de venganza, más odio y mayor vida ya que no tienen descanso por el recuerdo de la antigua libertad de tal forma que es más seguro llevarlas por el camino de la destrucción o vivir en ellas.
Comenta, que lo peor que le puede pasar a un príncipe es que el pueblo enemigo lo abandone, sin embargo si éstos son grandes el temor no debe ser sólo el abandono, sino el de una revuelta en contra de su persona ya que al ser poseedores de una mayor astucia e inteligencia, no perderán el tiempo cuando llega la hora de salvarse además de procurar los favores del nuevo gobernante vencedor.
Por último, escribe que un príncipe tiene que vivir por siempre con el pueblo aunque no de manera necesaria con los mismos nobles mismos a los cuales puede con el paso del tiempo aniquilar, crear, quitar o dar reputación según sus necesidades, cuidando además de mantener con prudencia y de manera firme de principio a fin el ánimo de sus ciudadanos durante cualquier asedio.(Maquiavelo 2007)
IV. Las nuevas filosofías políticas.
En la actualidad la noción y expresión de "ciencia política" es determinada en base dos variables la primera, tiene que ver con el estado de la organización del saber y la segunda con el grado de diferenciación estructural de los componentes humanos.
La noción de ciencia debe encontrar su sentido una vez que se especifica la especialización y división del trabajo cognoscitivo, ya que no tendría mucho sentido hablar de una ciencia política cuando la misma constituía un todo con la filosofía, ya que entonces el saber era reducido y expresado de manera unitaria en el amor al saber.
Hemos podido observar cómo la ciencia política ha sido incesante y continua, se preparó en un inicio con Aristóteles, para renacer posteriormente con la novela de Maquiavelo (el cual es el primero en usar la palabra estado del modo en que se utiliza en la actualidad), y es a partir del siglo XIX que se afirma su autonomía disciplinaria.
Para los autores del Medievo y el renacimiento, los cuales utilizaban diversas lenguas para sus escritos como el inglés, francés, italiano o latín él dominio político (dominium politicum) no era lo que para nosotros en la actualidad es "político" en cuanto a su significado, sino más bien el significado aristotélico de la "ciudad óptima" (polites), esto es la cosa pública enfocada al bien común y la cosa popular ajena a la degeneración democrática y a la degeneración tiránica.
El uso moderno del término "política" se da con Thomas Hobbes, filósofo inglés y autor del libro "la filosofía política" el cual emplea estado y Commonwealth como un equivalente, afianzándose con la traducción de la obra del jurista e historiador alemán Samuel Pufendorf, al francés.
No fue obra del azar, que Maquiavelo, titulara su obra "el príncipe", ya que la misma el autor establece la diferencia entre estado y sociedad, ya que durante el siglo XVI un síntoma característico de la literatura de la época era la falta de la idea de sociedad, ya que la misma solamente realizaba teorías sobre el derecho a rebelarse contra de la tiranía y el derecho a la resistencia.
En la actualidad, la palabra “política” se emplea sin medida o tasa específica lo que ha generado que la misma caiga en una "crisis de identidad", por lo que se recomienda afrontar este dilema hacen una pregunta que ni el mismo Aristóteles, se formulaba: ¿qué es un animal político en su diferencia con el hombre social, económico, moral y religioso etc.?
La sociología, tiende reabsorber dentro de su ámbito a la ciencia política y de esta manera a la política misma, sin embargo esto no permite explicar el funcionamiento y desarrollo de aquellos sistemas encabezados de manera dictatorial, donde las órdenes nos entienden de ninguna manera como demandas en ascenso, ya que el sistema dictatorial impide que la demanda social logre la formación autónoma y su libre expresión.(Sartori 2002)
V. El político
Los llamados políticos por "vocación" jamás serán las únicas figuras determinantes en la lucha del poder como empresa política, éstos fueron en el pasado el instrumento más importante de los príncipes y otras fuerzas, las cuales dispusieron de ellos para asentarse en el poder.
De este modo en Alemania, la dinastía conservó un poder real en sus manos ya que los intereses del príncipe estaban vinculados de manera solidaria con los del funcionario o funcionarios, de cara al parlamento y sus propios deseos de poder.
Visto de manera formal la política era primordialmente una profesión de segunda, los diputados tener patronazgo de sus cargos y en general por así decirlo de todos aquellos asuntos hacia el interior de sus propio distritos, manteniendo vínculos con los notables locales para poder ser reelegido.
En la actualidad se puede elegir entre democracia caudillista o la democracia sin caudillos, o dicho de otra manera la democracia dominada por políticos profesionales sin vocación alguna, es decir esas cualidades carismáticas íntimas que caracterizan a un caudillo.
Tan es así, que todavía no podemos decir cómo será el futuro de la empresa política como una "profesión" y mucho menos cuáles son los caminos abiertos para aquellos que están políticamente dotados para tener una posibilidad de enfrentarse con una tarea política que sea satisfactoria.
De tal modo que esto nos lleva al terreno de la ética, ya que a esta le corresponderá determinar el tipo de hombre que se debe ser para poner tener derecho a colocar su mano en la rueda de la historia.
La historia demostrado que en este mundo lo posible jamás es arribado si nos intenta repetidamente aquello que es imposible, pero realizar una tarea como esta no es labor única de los caudillos, sino de lo que es un héroe en todo el sentido del término.
Sólo aquel que esté seguro no doblegarse cuando desde su perspectiva, los demás se encuentren demasiado necios o abyectos para su ofrecimiento, aquel que ante la adversidad es capaz de poner un "sin embargo" será aquel hombre que esté constituido de una manera tal que podrá mostrar su "vocación para la política".(Weber 1998)
VI. El pensamiento de la democracia.
Los demócratas en general tienen muchas diferencias sobre los detalles en cuanto a la organización del gobierno y su oposición, los límites que deben ponerse o no a las decisiones de la mayoría democrática, quienes tienen derecho votar y la manera de contar los votos.
A pesar de todo, existe el compromiso comunitario para que los procesos de la democracia sean la fuente más factible de una legitimidad política, cuyos principios están basados en la concepción del ilustracionismo cuyo predominio en la conciencia intelectual de los occidentales lleva ya casi cuatro siglos.
Este pensamiento, basa su fe en el poder de la razón humana en el modo de comprender la naturaleza verdadera de nuestras circunstancias y nosotros mismos, siendo optimista hasta la médula, con un ímpetu en la idea de progreso en las cuestiones del ser humano.
De este modo el conocimiento se logra mediante la razón como mediadora, así como por la ciencia; la perfección humana se mide por medio de los derechos individuales que protegen y encarnan la libertad humana.
De este modo la ilustración, puso su fe en la ciencia, pero sobre todo un énfasis central a los derechos del individuo lo cual marcó la diferencia en su filosofía política con aquellos compromisos de la posmodernidad y el Medioevo con las jerarquías y el orden; desplazamiento que quedó marcado en la tradición iusnaturalista a través de un énfasis diferente: el paso de una lógica basada en la ley a la idea del derecho natural.(Shapiro 2007)
VII. La modernización del estado latinoamericano.
El fallecido ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner; hizo patente que el principal objetivo de las acciones del estado de bienestar encaminadas a mejorar la calidad de vida del ciudadano, por medio de un crecimiento inclusivo de construcción colectiva.
De este modo, en su proyecto de modernización del estado; se menciona que cualquier política (control de precios por establecer una industria a nivel nacional) debe estar soportada por una institucionalización duradera de un conjunto de mecanismos políticos complejo y la misma no debe darse por descontada.
Como es sabido, todo funcionario requiere para su supervivencia partidarios políticos mismos que a su vez debe tener suficientes incentivos si lo que no se busca es que ese apoyo se desplace a otros ocupantes potenciales del estado.
Cuando se da pillaje y personalismo en la cúspide se anula toda posibilidad de que dicha conducta ser sometida normas en niveles más bajos de una burocracia, sin embargo; el estado desarrollista autónomo difiere de manera total de una dominación absolutista, sin finalidad alguna, propia de lo que se conoce como estado predatorio.
El poder autónomo que posee un estado tiene mecanismos de orígenes específicos en las agrupaciones principales de poder de la "sociedad civil y la relación entre ambos no promueve técnica de poder alguna de manera individual, esto no delega por sí solo un grado significativo de poder real a la élite del estado, ya que los grupos de la sociedad civil, aunque están organizados de manera diferente son capaces de controlarlo de manera considerable.
De esa manera cada movimiento que realiza el estado hace el despotismo será resistido con éxito por los grupos de la sucia civil dando paso a la reorganización de la infraestructura masiva dirigida por el estado, y dado que muchas de las democracias de reciente creación tiene su particular dinámica política no hay que dejar de suponer que los efectos que los demás tengan la sociedad será muy parecidas a aquellas de las poliarquías institucionalizadas y representativas de la era posmoderna y moderna.(Acuña 2007)
VIII. ¿Hacia dónde va la política?
Cuando hablamos del fin de un gobierno o de la política en sí por lo regular no es más que la opinión de que los gobiernos en la actualidad son menos poderosos de lo que alguna vez fueron.
Las instituciones sociales se han visto afectadas por la nueva revolución en la información y a que la misma es el principal responsable de la extensión de muchas de las situaciones y prácticas realizadas durante la última centuria.
Este discurso del fin ofrece una exposición sobre la nueva fase en el desarrollo histórico de la humanidad, abriendo una nueva brecha a nuevos pensamientos, relaciones, instituciones, economía y formas de vida.
La política como actividad también es creadora y sustentadora de reformas de gobernanza identidad, instauradas en un territorio político sobre el cual las comunidades buscan controlar su destino.
Al llegar la era moderna, llegó también la promesa de que el hombre fuera liberado de su control otorgándole nuevos poderes y capacidades desatando a la par fuerzas seculares las cuales se formaron en una especie de jaulas que atraparon a los individuos y en su conjunto a la especie humana.
Las posibilidades de la política se ven destruidas en el destino que marca el discurso del fin a través de tres visiones: el estado tecnológico, el mercado global y la sociedad unidimensional.
De este modo el socialismo no puede triunfar ni en Rusia, ni en Cuba ni en ninguna otra parte ya que entraban un conflicto con lo complejo de una sociedad y economía moderna, de tal modo; que el sueño de vivir en comunidad, compartir, de la igualdad moral y la solidaridad son conceptos del pasado que no eran adecuados a los requerimientos de una sociedad que se basa en el derecho individual sobre la propiedad, intercambio de mercado, una división especializada de trabajo, la indefinición y la interdependencia.
Es por esto, que a lo largo de los siglos se ha desarrollado un mercado global real, y del mismo modo políticas y sociedades civiles globales, sin embargo; algunas instituciones particulares y mercados carecen de flexibilidad y por el contrario muestran una total rigidez.
Entonces, el neoliberalismo es visto como un programa cuya pretensión es eliminar las diferencias regionales e institucionales a nivel local con el fin de garantizar mercados perfectos, aun así; los nacionalistas neoliberales se caracterizan por su temperamento aislacionista basado en el principio estados autónomos y soberanos.
Las formas modernas de autoridad cuestionan toda aquella manifestación de la autoridad tradicional, sin embargo las primeras corren el riesgo de perder su legitimidad, esta modernidad ha estado seguida por la posmodernidad donde no hay nada fijo, no hay objetivos ni estándares, pero sobre todo no existe conocimiento ni universalismo que no deje de ser un relativo y construcción.
El mercado global, la burocracia y la ciencia, son las jaulas de hierro de la modernidad y las mismas no desaparecerán por el simple hecho de haber sido desmontadas de los discursos sobre lo esencial, de tal modo; el estado tecnológico seguirá dominando los asuntos de los humanos, creando problemas que requerirán una solución. (Gamble 2003)
IX. Conclusión.
La política, es un deber ciudadano para lograr la satisfacción de las necesidades del pueblo, que debe ser utilizada con el orgullo y el honor de haber sido conferida por pares nacionales en base a la confianza en la capacidad y carácter del individuo erigido como líder de una parte, mayoría o totalidad de las masas.
Nos queda muy claro que la separación entre estado y sociedad está delimitada por sus campos de influencia, pero las nuevas tendencias van hacia un orden de trabajo conjunto, que al parecer pudiera evolucionar en un concepto más comunitario y equitativo de la responsabilidad y aplicación del poder entre los individuos, todo esto con el fin de lograr el mayor bienestar para la sociedad.
Bibliografía
Acuña, C. H. (2007). Lecturas sobre el estado y las políticas públicas: retomando el debate de ayer para fortalecer el actual, Proyecto de Modernización del Estado, Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación.
Aristóteles (2003). Política, Universidad de Santiago de Compostela, Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico.
Gamble, A. (2003). Política y destino. Madrid, Siglo Veintiuno de España.
Maquiavelo (2007). El príncipe. [s.l], Crucigramas temáticos.
Sartori, G. (2002). La política: lógica y método en las ciencias sociales. México, D. F., Fondo de Cultura Económica.
Shapiro, I. (2007). Los fundamentos morales de la política. México, D.F., El Colegio de México, Centro de Estudios Internacionales.
Weber, M. (1998). El político y el científico. Madrid, Alianza Editorial;
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