El momento de los hijos

Muchas cosas cambian cuando tienes una criaturita en tus brazos producto del amor entre dos personas. Quisieras que el mundo fuera perfecto para tu(s) hijos, donde no hubiera enfermedades, necesidades problemas, etc. la idea que ronda por tu mente es que no se rompa el lazo invisible que existe entre ellos y tú nunca jamás. Sin embargo, conforme transcurre el tiempo y van creciendo te das cuenta que sólo eres un eslabón en la cadena del tiempo y la supervivencia de la raza humana. Por tanto debes de ser consciente de que tu deber como padre es enseñarles a vivir, si así como lo lees, porque cuando te vayas ellos pasarán los valores y enseñanzas que a su vez tú recibiste a sus hijos y así, hasta que el último ser humano deje de existir. 

Y como toda persona está formada por sus recuerdos, debes llenar a los tuyos con aquellos que les hagan ser unos adultos hechos y derechos en toda la extensión de la palabra. Dicho otra manera, cumpleaños festejados, navidades y eventos importantes, que en la medida posible y de tu disponibilidad cuenten con la presencia de papá y mamá.

Comparte sus gustos por la música, películas, videos, ya que de esa manera sabrás qué es lo que piensan de la vida y tú con tu experiencia podrás indicarles lo que puede funcionarle o no, para el día que tengan que valerse por sí mismos. Y esta, puede no ser la parte más agradable de la situación (o la relación) pero así es como debe ser, ellos deben abandonarte para seguir sus sueños y su propia historia. Porque es ahí donde ellos encontrarán plenitud y felicidad, y cuando veas que la han encontrado, sabrás que hiciste bien la tarea. No te preocupes porque siempre estarás ahí para ellos para apoyarlos con sus necesidades y sus problemas, y porque no, con sus hijos, tus nietos, la continuación de tu historia, el capítulo tres y si están en contacto hasta el día de tu muerte entonces te irás de este mundo con la satisfacción de que creaste un lazo más allá de la obligación de ser padre o madre.