Casi no había dormido esa noche, durante sus cincuenta años de vida, nunca habia recapacitado sobre lo que la misma, significaba.
Sin embargo, esta mañana en especial, había observado con atención el modo en que la obscuridad de la noche daba paso al nuevo día.
Aspiró con toda la fuerza que sus pulmones fueron capaces el aire fresco que entraba por su ventana, y a los lejos alcanzó a escuchar como los pajarillos comenzaban a cantar su oda a la naturaleza y sus actividades cotidianas.
Pensó en todas la ocasiones que se levantó sin haber observado todos estos detalles, el sol asomando por el horizonte, el modo en que el sonido, los sonidos; alrededor se iban incrementando, conforme las personas se iban incorporando y preparando para ir al trabajo, llevar los niños a la escuela o ir a hacer las compras.
Imaginó el olor del café en el desayunador familiar, combinado con el de un tocino frito a un costado de unos huevos estrellados, el sonido de los platos depositados en el fregadero al terminar de consumir todos sus alimento, y la voz de la mamá apurando a todos por que ya se hacía tarde.
Tocó la pared y por primera vez disfrutó la textura de la misma y casi de manera instántanea comenzo a tocarse la manos, las cuales llevó a su cara y recorrió la misma hasta terminar en su nariz y su boca, sintiendo su aliento como prueba irrefutable de que estaba vivo.
Como se consideraba un hombre de maneras sencillas, esta fecha en especial; comería su platillo especial: una hamburguesa con papas, la cual una vez llegada a su mesa, degustó de manera lenta y a su mente vino la idea de que los seres humanos comen para retrasar lo inevitable.
Procuró no manchar sus ropas ya que quería estar impecable en esta fecha en particular, donde todos los detalles habían cobrado especial relevancia.
Un fuerte zumbido, acompañado del roce metálico de una reja al abrirse lo sacó de su letargo, y mientras era esposado por los guardias que lo encaminarían hacia la camára de gas, admitió en su interior que era lo justo, por haber quitado a diez niños la oportunidad de disfrutar la vida, tal y como el lo había hecho desde el amanecer.
Mensaje enviado desde mi BlackBerry de Nextel
sábado, 16 de abril de 2011
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