lunes, 13 de diciembre de 2010
Hector Colon "All the things in my head"
All the things in my head
(Hector Colon)
All the things in my head
I don't know why are there
All the times they passed us by
All the the times they broke our hearts
You know
'Saw a girl in my head
Show me (a) things in my head
All the times I passed with her
All the things I knew 'bout her
You Know
Fatality...
Reality...
Fatality...
Reality...
Repeat verse one
Copyright Columbus of America
Todas las cosas en mi cabeza
(Hector Colon)
Todas las cosas en mi cabeza
No se por que estan ahi
Todas las veces que nos ingnoraron
Todas las veces que nos rompieron el corazon
Tu sabes
Vi a una chica en mi cabeza
Me mostro (un) cosas en mi cabeza
Todas el tiempo que pase con ella
Todas las cosas que supe de ella
Tu sabes
Fatalidad...
Realidad...
Fatalidad...
Realidad...
Repetir primer verso
Derechos de Autor Columbus of America
Etiquetas:
Hector Colon,
Mexico,
Musica Rock,
Poza Rica,
Rock and pop,
Veracruz,
video de musica
miércoles, 8 de diciembre de 2010
La Canasta del Diablo: Sólo un globo
John Salieri, vendía globos desde hace 20 años en el parque del pueblecito de Woods, Oregon; zona de clima frío tenía un especial orgullo porque el mismo contaba con un quiosco, una laguna artificial y diversas variedades de árboles propios de la región, era pues ésta la clásica salida de los domingos después de asistir a misa en la iglesia de tipo gótico.
Salieri, era hijo de inmigrantes italianos que llegaron a América después de la Segunda Guerra Mundial, el padre, carpintero había escogido la zona por la cantidad de madera ahí explotada. Desgraciadamente era un alcohólico que golpeaba su mujer y gastaba sus escasos ingresos en los bares y burdeles de Middletown, ubicado a 15 minutos de ahí; nunca fue generoso con su familia, en aquel entonces, el pequeño John deseaba que le compraban un globo, le fascinaba los colores de aquellas formas plásticas que se lavaban graciosamente hasta el límite marcado por el hilo que le sostenía, como algo mágico.
-Papa, ¿me compras un globo?
-De ninguna manera...
-sólo un globo
-si sigues insistiendo te rompere la cara.
Con el paso de los años el adolescente John, tuvo necesidad de entrar a trabajar ya que el viejo seguía su agitada vida de siempre, ahora cumplir su sueño infantil, vendía globos en el parque, a veces sentía que en la vida era lo único que podía dominar, a través del hilo con que controlaba esa redondeces que parecían querer volar al cielo, creíase un dios que daba vida a esos seres inmateriales al darles un alma a través del tanque de hidrógeno y verlos elevarse.
También había adquirido una pistola calibre 22 con la cual les quitaba los malos ratos que le hacía pasar su padre cada vez que maltrataba a su mamá, tomaba las ropas que ya no le quedaban al viejo, debido a lo hinchado que estaba por el alcohol, las llevaba el campo les colocaba una lata por cabeza y comenzaba a dispararle hasta que se acababa 10 balas, ya que no se podrá dar el gusto de gastar más, por lo que rápidamente aprendio a darle a la cabeza en por lo menos 3 tiros.
Al llegar a su casa lo mismo de siempre, el borracho estaba golpeando su madre por los 1000 y un pretextos que siempre alimentaba y el como siempre habría de intervenir, aunque por ello también le tocaron a parte de aquellos sopapos.
-¡Déjala papa!
-¿Qué es lo que dices imbécil?
Saba lanzó inmediatamente sobre él con intenciones de golpearlo, entonces sólo fue cosa de fracciones de segundo para que John sacara la 22 y le disparara, el viejo murió viendo sólo el deseo del arma mientras la bala penetraba en su frente cayendo como una vaca en el matadero.
En la medianoche su madre le iba a enterrarlo en el traspatio, y aunque no se le vio más por el pueblo, la gente pensó que el ebrio había huido con alguna meretriz del pueblo próximo, así todo quedó olvidado, mas no para John.
Ahora todo un señor, el globero habías amargado desde aquella experiencia nocturna, casi no hablaba y se limitaba a su actividad con una sonrisa agria.
Su madre murió casi dos años después del hecho, los cuales en sus propias palabras había sido los más felices de su vida, dejó sus pocas pertenencias en herencia a John y ahí estaba él habitando actualmente.
Una noche escuchó ruidos en la parte trasera de la casa, corrió asomarse (con la vieja 22 por supuesto) y no había nada, tragó saliva, revisó un poco y cuando estuvo seguro de que no era nada volvió sus pasos a la casa y al entrar lo que viola perro, ahí estaba John Salieri, el viejo o por lo menos su fantasma, sentado en el comedor viví en una botella de whisky, su bebida favorita después de eructar volvió hacia su hijo diciendo:
-¡hola imbécil! ¿Cómo te ha ido?
-¡Maldita sea! ¿Es que nunca vas a llamarme por mi nombre?
-Es que es lo que siempre ha sido ¡mira que dispararme a mí!
-¡Lo volvería a ser nuevamente!
-Está bien Johnny, discúlpame...
"Johnny" no estaba mal después de tantos años, según le contó su madre el nunca he querido que ella se embarazada y por eso le odiaba, este viejo parecía haber aprendido la lección, parecía más agradable, más bonachón. Se pasaron toda la noche junto a la botella platicando de cosas y cosas...
-John, ya que casi es de día y tengo que volver al sepulcro, ¡ojalá y siempre hubiésemos platicado así como hoy! Pero antes quiero proponerte que algo...
-¿qué es?
-Una pequeña broma, como sabrás la feria llegará próximamente al pueblo, ya que cada vecino tiene derecho colocaron puesto, tú lo harás ¿qué te parece un "tírele los globos y ganó un premio"?
-Perfecto
-Bueno, pero ahí donde viene la "bromita" tu puesto deberá estar cerca del de los carros chocones...
-¿y luego papa?
-En lugar de usar hidrógeno más usar gas butano, ya que es más barato y pues la broma está la ganancia que vas a tener
-¡oye tienes razón, los "bromeare"!
-Bueno hijo, fue un placer
-adiós Papa
toda la noche anterior, John se dedicó llenar los lobos de gas butano y pues lo tenia en exceso, ya que su casa no había electricidad, tardó hasta bien entrada la madrugada y a que había ideado un sistema por medio del cual cada vez que tronará un globo otros se inflarian automáticamente por medio de unas mangueritas conectadas a dos tanques de butano disimulados en la parte trasera del pequeño puesto.
La feria no podía ser más que un suceso en un pueblo tan calmado como Woods, no había mucha novedad y esto era precisamente lo que crea la feria, luces multicolores, juegos mecánicos, algodones y espectáculos propios de lugar; los jóvenes y las muchachas se ataviaban con sus mejores ropas en busca de pareja y diversión.
Estaba John recién abriendo su local cuando ya tiene una clientela considerable, su sistema automático funcionó a la perfección y pues prácticamente sólo cobraba las tiradas, al tercer día de feria todo pareciera la perfección sólo que uno de los tanques tiene un fallo en una de las válvulas de salida por lo que de repente el ambiente se empezó a inundar del fétido olor.
John, que padecia una sinusitis grave no pudo darse cuenta. Volteó hacia los carros chocones y sus chispas, para resolver su vieja duda preguntó uno de los tiradores:
-es chistoso cómo se mueven ¿verdad?
-Si es fantástico
-¿sabe cómo lo hacen?
-Es por medio de electricidad ¿ve aquella malla en la parte superior se resignan interrogación ahí está y la paz al carro por el tubo que roza con ella y baja hacia el mismo.
-¡Muy ingenioso!
-Así es ¡cómo huele a gas!
-¿Cómo?
Agudizó el olfato y comprendió que algo andaba mal en el instante en que corrió a checar los tanques oyó una voz conocida que llamaba por su nombre:
-¡Hey Johnny!
Sólo pudo ver al viejo Salieri, montado en uno de sus carritos al momento que se dirigía lo más cerca posible hacia su puesto de globos lanzando chispas al por mayor, comprendí entonces que me quedo en una trampa, su padre había regresado del infierno para vengarse.
Hubo 10 muertos y 30 heridos en la explosión.
Salieri, era hijo de inmigrantes italianos que llegaron a América después de la Segunda Guerra Mundial, el padre, carpintero había escogido la zona por la cantidad de madera ahí explotada. Desgraciadamente era un alcohólico que golpeaba su mujer y gastaba sus escasos ingresos en los bares y burdeles de Middletown, ubicado a 15 minutos de ahí; nunca fue generoso con su familia, en aquel entonces, el pequeño John deseaba que le compraban un globo, le fascinaba los colores de aquellas formas plásticas que se lavaban graciosamente hasta el límite marcado por el hilo que le sostenía, como algo mágico.
-Papa, ¿me compras un globo?
-De ninguna manera...
-sólo un globo
-si sigues insistiendo te rompere la cara.
Con el paso de los años el adolescente John, tuvo necesidad de entrar a trabajar ya que el viejo seguía su agitada vida de siempre, ahora cumplir su sueño infantil, vendía globos en el parque, a veces sentía que en la vida era lo único que podía dominar, a través del hilo con que controlaba esa redondeces que parecían querer volar al cielo, creíase un dios que daba vida a esos seres inmateriales al darles un alma a través del tanque de hidrógeno y verlos elevarse.
También había adquirido una pistola calibre 22 con la cual les quitaba los malos ratos que le hacía pasar su padre cada vez que maltrataba a su mamá, tomaba las ropas que ya no le quedaban al viejo, debido a lo hinchado que estaba por el alcohol, las llevaba el campo les colocaba una lata por cabeza y comenzaba a dispararle hasta que se acababa 10 balas, ya que no se podrá dar el gusto de gastar más, por lo que rápidamente aprendio a darle a la cabeza en por lo menos 3 tiros.
Al llegar a su casa lo mismo de siempre, el borracho estaba golpeando su madre por los 1000 y un pretextos que siempre alimentaba y el como siempre habría de intervenir, aunque por ello también le tocaron a parte de aquellos sopapos.
-¡Déjala papa!
-¿Qué es lo que dices imbécil?
Saba lanzó inmediatamente sobre él con intenciones de golpearlo, entonces sólo fue cosa de fracciones de segundo para que John sacara la 22 y le disparara, el viejo murió viendo sólo el deseo del arma mientras la bala penetraba en su frente cayendo como una vaca en el matadero.
En la medianoche su madre le iba a enterrarlo en el traspatio, y aunque no se le vio más por el pueblo, la gente pensó que el ebrio había huido con alguna meretriz del pueblo próximo, así todo quedó olvidado, mas no para John.
Ahora todo un señor, el globero habías amargado desde aquella experiencia nocturna, casi no hablaba y se limitaba a su actividad con una sonrisa agria.
Su madre murió casi dos años después del hecho, los cuales en sus propias palabras había sido los más felices de su vida, dejó sus pocas pertenencias en herencia a John y ahí estaba él habitando actualmente.
Una noche escuchó ruidos en la parte trasera de la casa, corrió asomarse (con la vieja 22 por supuesto) y no había nada, tragó saliva, revisó un poco y cuando estuvo seguro de que no era nada volvió sus pasos a la casa y al entrar lo que viola perro, ahí estaba John Salieri, el viejo o por lo menos su fantasma, sentado en el comedor viví en una botella de whisky, su bebida favorita después de eructar volvió hacia su hijo diciendo:
-¡hola imbécil! ¿Cómo te ha ido?
-¡Maldita sea! ¿Es que nunca vas a llamarme por mi nombre?
-Es que es lo que siempre ha sido ¡mira que dispararme a mí!
-¡Lo volvería a ser nuevamente!
-Está bien Johnny, discúlpame...
"Johnny" no estaba mal después de tantos años, según le contó su madre el nunca he querido que ella se embarazada y por eso le odiaba, este viejo parecía haber aprendido la lección, parecía más agradable, más bonachón. Se pasaron toda la noche junto a la botella platicando de cosas y cosas...
-John, ya que casi es de día y tengo que volver al sepulcro, ¡ojalá y siempre hubiésemos platicado así como hoy! Pero antes quiero proponerte que algo...
-¿qué es?
-Una pequeña broma, como sabrás la feria llegará próximamente al pueblo, ya que cada vecino tiene derecho colocaron puesto, tú lo harás ¿qué te parece un "tírele los globos y ganó un premio"?
-Perfecto
-Bueno, pero ahí donde viene la "bromita" tu puesto deberá estar cerca del de los carros chocones...
-¿y luego papa?
-En lugar de usar hidrógeno más usar gas butano, ya que es más barato y pues la broma está la ganancia que vas a tener
-¡oye tienes razón, los "bromeare"!
-Bueno hijo, fue un placer
-adiós Papa
toda la noche anterior, John se dedicó llenar los lobos de gas butano y pues lo tenia en exceso, ya que su casa no había electricidad, tardó hasta bien entrada la madrugada y a que había ideado un sistema por medio del cual cada vez que tronará un globo otros se inflarian automáticamente por medio de unas mangueritas conectadas a dos tanques de butano disimulados en la parte trasera del pequeño puesto.
La feria no podía ser más que un suceso en un pueblo tan calmado como Woods, no había mucha novedad y esto era precisamente lo que crea la feria, luces multicolores, juegos mecánicos, algodones y espectáculos propios de lugar; los jóvenes y las muchachas se ataviaban con sus mejores ropas en busca de pareja y diversión.
Estaba John recién abriendo su local cuando ya tiene una clientela considerable, su sistema automático funcionó a la perfección y pues prácticamente sólo cobraba las tiradas, al tercer día de feria todo pareciera la perfección sólo que uno de los tanques tiene un fallo en una de las válvulas de salida por lo que de repente el ambiente se empezó a inundar del fétido olor.
John, que padecia una sinusitis grave no pudo darse cuenta. Volteó hacia los carros chocones y sus chispas, para resolver su vieja duda preguntó uno de los tiradores:
-es chistoso cómo se mueven ¿verdad?
-Si es fantástico
-¿sabe cómo lo hacen?
-Es por medio de electricidad ¿ve aquella malla en la parte superior se resignan interrogación ahí está y la paz al carro por el tubo que roza con ella y baja hacia el mismo.
-¡Muy ingenioso!
-Así es ¡cómo huele a gas!
-¿Cómo?
Agudizó el olfato y comprendió que algo andaba mal en el instante en que corrió a checar los tanques oyó una voz conocida que llamaba por su nombre:
-¡Hey Johnny!
Sólo pudo ver al viejo Salieri, montado en uno de sus carritos al momento que se dirigía lo más cerca posible hacia su puesto de globos lanzando chispas al por mayor, comprendí entonces que me quedo en una trampa, su padre había regresado del infierno para vengarse.
Hubo 10 muertos y 30 heridos en la explosión.
jueves, 2 de diciembre de 2010
Sean Lennon: Ghost of the Saber Tooth Tiger
The new Sean Lennon's work is out there, my personal opinion about is the same as the other three, they're not as the same level of his father or a succesful today's musicians.
Eitherways each of the cds has at least two pieces that I like, from this GOASTT project I could say "Jardin du Luxembourg" with his strawberryfieldsforeveresque lyrics has a sixties reminesance and its the best of all.
The other one is called "Lavender Road" that's on the tube from an acoustic sessions... Somewhere, but you can't take your eyes out of Sean's girlfriend.
Lennon's son has put his feet on the ground and he says is not going to spend his personal 60 million dollar's inheritance doing concerts or singing for nothing, so maybe in a near future he could hang the guitar on the wall for good.
As a way to regret his father's lost Sean begin to make music, and his record music company will be a perfect way if not to make music to produce it.
Etiquetas:
acustico,
GOASTT,
musica,
new release,
Sean Lennon
Suscribirse a:
Entradas (Atom)