martes, 25 de agosto de 2009

La Prostitucion

En el mundo de las llamadas "cuatro letras", todo pareciera ser fácil y al alcance de la imaginación de todos aquellos que piensan que la prostitución es el trabajo más fácil que hay.
Sin embargo si nos ponemos a ver con detenimiento el modo en que funciona el negocio, podemos observar los contras que hay en el mismo, empezando por el riesgo de contraer una enfermedad venérea o mortal como el sida, la violencia, ya sea del chulo o de las autoridades corruptas que se prestan al juego sucio en lugar de prevenirlo.
Madres solteras, mujeres sin estudios, víctimas de la crisis, ofrecen aquello que debiera estar reservado a la persona amada y que sin embargo la necesidad obliga a venderlo. Y es que tenemos que ponernos a pensar lo que es entregarnos por dinero a una persona que no sea de nuestro gusto y agrado tanto en lo físico como en lo intelectual y someternos a sus fantasías perversas por conseguir esos pesos que tanto hacen falta.
Las sexo servidoras, también son personas que sienten, que quieren que aman, que tienen familia, que tienen hijos, que tienen esposos, madres, padres; que tienen que pagar recibos de agua, de electricidad, de teléfono, letras de carro, etc. en fin, al final del día son como cualquiera de nosotros con nuestros problemas los cuales para cada quién son los más grandes.
En el ya de por sí difícil ámbito laboral, en el cual los títulos ya sólo son adornos en la pared, y en un sistema social en el cual solamente las influencias llevan hacia los mejores trabajos, la prostitución se muestra como una opción viable para profesionistas y no profesionistas, ya sean hombres o mujeres, no importando raza, edad o sexo.
Y es que para que no sea un trabajo, debemos hacer lo que nos gusta, y al final del día las prostitutas desempeñan su labor volviendo algo placentero en lo que todos hacemos para subsistir, o sea, un empleo como cualquier otro.

sábado, 8 de agosto de 2009

Los hijos: instrumentos de venganza en el divorcio



En la ya de por si difícil situación de una separación matrimonial, con todo lo que ella conlleva como depresión, mal humor, frustraciones, etc. un ingrediente mas agregado al caldo de la decepción son el fruto de la relación: los hijos.
Legalmente la ley establece la patria potestad de menores de siete anos a las madres de los mismos, y salvo que las progenitoras no los deseen a su lado, se quedaran con el padre.
Sin embargo el cariño que se tiene por los niños, hace que estos se vuelvan instrumento de la venganza de los padres, sobre todo si el vinculo acabo de manera agria por diferencias de diversa índole que hacen imposible un nexo cordial después de terminado el vinculo del matrimonio.
En el intrincado camino legal la astucia de ciertos abogados obliga a una de las partes a no ver por periodos de tiempo indefinidos a los hijos, causando un daño emocional a la persona que se ve obligada por la fuerza de la autoridad a no ver mas a sus pequeños.
Es por eso que si nos encontramos en una situación similar, tratemos de llegar a un arreglo cordial con la persona que sera nuestra ex-pareja ya que los hijos harán que un tipo de correspondencia diferente pero a largo plazo se lleve con la misma, por el factor en común que son ellos.
Y es que la paternidad no acaba, aun cuando aquello que nos unió con las madres o padres de nuestros hijos, si.