martes, 21 de julio de 2009

Honduras, Gobierno y Ejército

El deprimente panorama político de la República de Honduras, y la pasividad de la comunidad internacional, nos hacen pensar que la democracia como forma de gobierno y garante de la libertad, ha perdido su efectividad en los tiempos modernos.
Por lo tanto es una obligación de los pueblos de latinamerica, el buscar fórmulas tendientes a liderazgos afines a los intereses del pueblo y no a lacayos al servicio de los emporios internacionales y sus familiares.
Últimamente se ha propuesto que jueces superdotados, filtren las decisiones emanadas de las legislaciones elegidas por minorías sociales (las cuales no representan ni la cuarta parte del total de la población) lo cual nos hace pensar que el modelo europeo de dirigir fue un fracaso, desde su implantacion en el llamado "nuevo mundo" y la reivindicación del antiguo modo autóctono donde los ancianos de la tribu, daban guía y consejo a los líderes mas jóvenes sobre las decisiones y su afectación comunitaria.
La farsa en el golpe militar al Presidente Zelaya, y el tiempo corriendo en su contra serán el pivote de nuevas corrientes sociales tendientes a modernizar los moldes que llevan las riendas del poder y un eventual cuestionamiento sobre el papel del ejército en las cuestiones que solo conciernen a la decisión tomada en las urnas y la constitucionalidad que respalde acciones golpistas, que solo provocan la tranquilidad del pueblo.