La verdad, yo esperaba mas gente en el evento, que en su cincuenta por ciento, estaba ocupado por los "chicos de la prensa" y recorde aquella frase de "el rey ha muerto, ¡viva el rey!".
Ver a Salinas, vendiendo un libro al mas puro estilo de los comerciales televisivos, me hizo pensar que la luz del otrora poderoso hombre se había extinguido (como todos) al dejar el máximo puesto público del país.
De Gortari, se refirió a si mismo; como un "desempleado que busca esparcir sus ideas" y se le devolvió el sobrenombre que le endilgara López Obrador, refiriéndose a el como el "inombrable".
Glorificando su pasado hablando del Tratado de libre comercio y de como los temas del petróleo y la migración quedaron fuera del mismo por políticas de México por un lado y de Estados Unidos, por el otro.
Difícil no verlo y recordar los asesinatos de Ruiz Massieu, Posadas Ocampo y Donaldo Colosio, los zapatistas, y el "error de diciembre" cosas que evadio comentar, excepto la ultima a la cual define como la "crisis del '95".
En fin, que después de la foto de rigor y un golpe con algo frío y metálico (que no quise averiguar que era) por parte de uno de sus guaruras para abrirse paso y decirle a su patrón que ya era hora de partir, vi a ese hombre que marco la vida de millones de mexicanos retirarse del recinto, llevando a cuestas la esperanza de que se le reconozca y otorgue algo del poder que ejerció, hace tiempo ya.
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