martes, 3 de agosto de 2010

Kurt Cobain, y el día que murió el grunge

Kurt Cobain, represento a la nueva generación de los noventa, con sus canciones que emanaban de su alma en sufrimiento.
Y es que el atormentado líder de Nirvana, plasmaba en sus canciones, ese sentimiento, que en estos días, seria catalogado como el de un emo.
Pese a todas las tribulaciones que padeció en su vida (una infancia infeliz, y una vida adulta atada a las drogas) logro crear melodías que dentro de su aparente sencillez, estaban cargadas con una genialidad, que encabezo el movimiento punk con tintes comerciales que domino la escena del rock hace dos décadas.
Kurt, rasgaba la guitarra con el corazón, lo cual se podía apreciar, cuando al momento de tocarla sus ojos se cerraban, ignorando por completo donde estaban sus dedos en el brazo y las cejillas del instrumento.
El maestro, realizo su ultima obra trágica, al quitarse la vida, escuchando a Beethoven, y dándose un escopetazo en la cara, el cual no solo lo libro de infelicidad ante el éxito y la fama, si no que además, se llevo al grunge a su tumba musical.
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